domingo, 24 de octubre de 2010

A lo largo de la corta historia republicana del Perú se ha visto que los verdaderos gobernantes son los poderosos que controlan la economía; los grandes empresarios, los dueños de bancos y acaudalados.
En toda sociedad todo gira alrededor de la economía, si esta está en prosperidad  habrá avances en la ciencia, en la cultura, en la educación, en la tecnología. Pero todo se empeora cuando la economía de un país está en manos de la alta burguesía como lo es el caso de nuestro Perú. A los burgueses solo les importa que el sistema que gobierna el país sea el adecuado para velar sus intereses, con tal de conservar sus riquezas pueden manejar tranquilamente el curso del país. Mientras tenga al pueblo cegado no les importará para nada invertir en educación por ejemplo, les conviene mantener a la gente en la ignorancia para así poder ejercer un dominio más fácil. Es por eso que a cualquier aviso de la implantación de la ideología socialista entre el pueblo ellos tratan de combatirlo, de eliminarlo ya que este movimiento propone una igualdad entre todos, sin ventajas tan solo por tener  más dinero.
Al ciudadano debemos sacar el pensamiento de que si nació pobre será pobre toda su vida y que el rico nació rico pero en esto también pone su granito de arena la iglesia ya que ella pregona humildad, sumisión. No creo que Jesús haya aceptado una sociedad con tantas diferencias entre clases sociales como la nuestra hasta se le podría considerar el primer defensor  del comunismo, de la igualdad.
Aunque ahora todos los políticos nos quieren hacer creer que vivimos en una sociedad justa e igualitaria porque vivimos en democracia la verdad es que se da una oligarquía en la que los de arriba gobiernan guiados por sus intereses.
Nosotros mismos somos los que podemos cambiar esta realidad tan solo tomando la iniciativa.

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